domingo, 22 de marzo de 2009

La izquierda recupera el orgullo ¡Falta México y Colombia!


MUNDO
La izquierda recupera el orgullo
El progresismo político se instala en la mayoría de los países de lengua latina para sacudirse el yugo que los ha tenido sometidos
22.03.09 -
MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO
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Chávez hace un comentario a Correa en presencia de Morales en la toma de posesión de Ortega en Nicaragua, mientras a la derecha Uribe parece ausente. / AFP


La voluntad popular ha dado cuartelazo a las guerras civiles y a las dictaduras


Colombia y México, pilares de la política de Bush, ven peligrar su posición con EE UU


La próxima Cumbre de las Américas es clave para las relaciones con sus vecinos

El giro a la izquierda que ha experimentado la América Latina en el último decenio se ha concretado en los dos últimos años de tal manera que, salvo raras excepciones, el mapa político de la región se ha teñido con tonalidades que van del rosa al rojo intenso. La voluntad popular expresada con transparencia en las urnas ha dado cuartelazo a las guerras civiles y las dictaduras militares tan frecuentes durante la segunda mitad del siglo pasado para aupar a gobiernos de izquierdas, que con mayor o menor intensidad, defienden la soberanía, la independencia y el interés nacional.
El controvertido mandatario venezolano, Hugo Chávez, inauguró la racha de mareas escarlatas en 1998 y encabeza el movimiento de integración regional. La última ha sido la de El Salvador con el triunfo histórico del periodista Mauricio Funes al frente de la ex guerrilla marxista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Cuando asuma la presidencia el primero de junio, el periodista reconvertido en político pondrá fin a veinte años ininterrumpidos de dominio de la derecha y sumará un nuevo gobierno de corte socialdemócrata al panorama internacional, salvo que la dirección marxista del FMLN le fuerce más adelante a adoptar medidas de corte socialista.
Casi un año antes que el vuelco dado en el país centroamericano, concretamente en abril de 2008, se encaramó a la presidencia de Paraguay Fernando Lugo, candidato de la izquierdista Alianza Patriótica para el Cambio. Y entre diciembre de 2005 y diciembre de 2006 se realizaron trece elecciones presidenciales de las que en su mayoría, salvo la reelección del colombiano Álvaro Uribe -en el poder desde el 2002-, los regresos de Alan García, en Perú, y Óscar Arias, en Costa Rica, que inclinaron la balanza a favor de figuras progresistas o más radicales.
Incluso faltó poco para que México tuviera un jefe de Estado de izquierdas. Pero las autoridades electorales fallaron contra López Obrador y auparon a Felipe Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN) aunque el recuento de los votos fue tan reñido que aún hoy López Obrador se proclama presidente legítimo.
De los veintisiete países situados al sur del río Bravo, los más importantes, como Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Panamá, Guatemala, Haití y la República Dominicana están dirigidos por gabinetes progresistas. La cosa llega a tal punto que, según el escritor estadounidense Noam Chomsky, en la pasada década, América Latina «se ha convertido en la región más progresista del mundo». Falta México.
Interlocutor brasileño
Esta característica común a la mayoría de sus vecinos meridionales la deberá tener en cuenta el nuevo jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, a la hora de relacionarse con la región. De momento, parece que ha elegido como interlocutor al brasileño Luiz Inacio 'Lula' da Silva y al mexicano Felipe Calderón, con una visita programada para abril al mandatario azteca. El líder demócrata también adelantó que este año se aprobará la reforma migratoria, algo exigido por la mayoría de los países latinoamericanos, que aportan mucha de mano de obra barata e ilegal al gigante mundial.
Lo que es innegable es que la región en su conjunto ha dejado de ser el patio trasero de EE UU. Con el liderazgo de los gobiernos de Fidel Castro y Hugo Chávez se creó la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), presentada como la opción al Tratado de Libre Comercio patrocinado por Washington. Igualmente se estableció la Unión de Naciones de América de Sur y el Banco del Sur, que ya está funcionando. Incluso han propuesto emitir una moneda común. Todo ello con independencia de las otras organizaciones regionales más veteranas como el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Cepal o el Caricom.
Claro que cada gobierno tiene sus peculiaridades y no todos son tan beligerantes como el de Chávez. La mayoría son más moderados. A 'Lula', líder del Partido del Trabajo, en el poder desde 2002 y reelegido cuatro años después, sus detractores le acusan de haberse «vendido al capitalismo global» porque aunque despegó la economía como vía para reducir el hambre no ha conseguido reducir la pobreza. Y, de rebote, ha logrado un gran reconocimiento internacional.
Muchos analistas distinguen dos grandes corrientes en el mapa latinoamericano. La primera, una izquierda más 'light', abierta al libre mercado, como la seguida por Brasil y Chile, cuya presidenta Michelle Bachelet, socialista, divorciada y perseguida por la dictadura de Augusto Pinochet, deja las veleidades revolucionarias a un lado para trabajar por el afianzamiento de su país como uno de los motores económicos más estables del Cono Sur.
La otra, inspirada por Cuba, es representada por Venezuela y Bolivia, y en menor medida por Nicaragua y Ecuador. Aboga por un mayor control del Estado, planes de protección social y rebeldía ante las pautas de las grandes potencias y las instituciones financieras internacionales.
Las dos vías intentan limar con urgencia asperezas y resaltar las coincidencias en lugar de las diferencias. Al mismo tiempo, apuestan al lema de que la «unión hace la fuerza» para estructurar un región sólida que plante cara a las grandes potencias y no se vea relegada a papeles siempre secundarios cuando no de mera comparsa».

1 comentario:

Anónimo dijo...

ENEMIGOS DE HUGO CHÁVEZ, AMIGOS DE LUGO

El requisito para ser aliado de Fernando Lugo, curioso izquierdista, al parecer es ser enemigo de la izquierda y de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales

La SIP, la NED, USAID, la embajada norteamericana, todos los enemigos del socialismo y de Hugo Chávez, Ortega y Morales, se cuentan entre amigos y aliados de Fernando Lugo.

Una y otra vez la prensa mediática, dominada por los sapos imperialistas de la SIP, se empeña por incluir a un verdadero polizonte en la izquierda, el clérigo-presidente Fernando Lugo, en la nómina de gobernantes de izquierda.

Sin embargo, en muchas oportunidades varios referentes del socialismo, no vendido al opio de la izquierda constituida por las ONG, han dejado en claro que el gobierno de Lugo de izquierda no tiene nada.

El gobierno se niega a incrementar salarios, ignora a indígenas y se burla de los campesinos, la violencia de género aumenta como el exilio económico y los niños de la calle, mientras el dengue causa estragos.

Se sabe que el de Lugo es un gobierno con un ministro de economía neoliberal y agente del FMI (Dionisio Borda) y con un gabinete integrado por personajes vinculados a IAF, NED, USAID, etc.

Sin embargo, a fuerza de repetir la misma izquierda ha llegado a compartir este verdadero mito difundido por la prensa de ultraderecha. ¿Qué oscuros intereses hay detrás de la intención de presentar como izquierdista a un gobierno conservador y vendido a la U.S.Embassy?

LA SIP

El Obispo Fernando Lugo apareció el fin de semana pasado departiendo eufórico con los más acérrimos enemigos de Hugo Chávez, los jerarcas de la SIP.

Su fotografía junto al director de "El Nacional" despertó contrariedad en algunos medios chavistas que incluso lo calificaron de "Obispo Monstrenco" (Torpe en venezolano).

La SIP se suma a USAID y la NED entre los organismos que tienen una actitud con Hugo Chávez, y otra totalmente opuesta -favorable- con Fernando Lugo.

IZQUIERDA GESTADA EN LA EMBAJADA NORTEAMERICANA


La totalidad los integrantes del gabinete del obispo Fernando Lugo provienen del sector de las ONGs financiadas por la embajada norteamericana. Se cuentan entre ellos a Gloria Rubín (referente en Paraguay del NED y la CIA), Camilo Soares (beneficiario de fondos de IAF y NED, favorecido del gobierno de George W. Bush) Rafael Filizzola (signatario de acuerdos con Alvaro Uribe a instancias de la ex operadora del plan Colombia Liliana Ayalde), Karina Rodríguez (de la Casa de la Juventud, que recibió 127 mil dólares de la Inter American Foundation), Liz Torres (referente de las logias de ONGs dependientes de la embajada norteamericana), Esperanza Martínez (del movimiento Tekojojá, financiado por USAID, hoy envuelto en escándalo por corrupción), Canciller Hamed Franco (del Pmas, un movimiento financiado por James Cason), el Vice-canciller Jorge Lara Castro (recibe dólares de la embajada a través de la ONG fantasma Alter Vida), Ministro de Defensa General Bareiro Spaini (hombre de la embajada norteamericana, educado en las escuelas de golpistas de Estados Unidos) o el ministro de Hacienda Dionisio Borda, antiguo responsable de las finanzas de los gobiernos corruptos y agente de la embajada norteamericana y del FMI.
Asimismo, Fernando Lugo ha anunciado que se mantendrá la política de sometimiento al imperio nortemericano en Paraguay, y se desconoce lo tratado por Lugo en New York con referentes de la mafia ítalo-norteamericana como John Tonelli, o con el heredero del imperio petrolero que en la década de 1930 llevó a la matanza a cien mil bolivianos y paraguayos, David Rockefeller. Lo único cierto es que ofició de guía turístico en la gran manzana Conrado Pappalardo, un personaje conocido por haber operado para el Plan Cóndor y haber proveído pasaportes para el asesinato en Washington de Orlando Letelier.
Otros cónclaves nunca aclarados por parte del obispo fueron sus reuniones con James Cason y Roger Noriega, pocos segundos después que Aleida Guevara March, hija del Che Guevara, haya abandonado la misma oficina por la misma puerta por la que entraron estos grandes amigos de Cuba y los hermanos Castro.
No se sabe el motivo de las visitas de Christopher McMuller, subsecretario norteamericano de Asuntos del Hemisferio Occidental, al viceministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, un viejo favorecido de la embajada norteamericana, quien ya habla de alejarse del Mercosur.