COMO UNA TUMBA SIN NOMBRE

COMO UNA TUMBA SIN NOMBRE Laura Fernández-Montesinos

El lunes 23 de marzo un error rebelde en las noticias matutinas de Televisa que presenta Carlos Loret de Mola, pusieron de manifiesto una vez más, el sesgo, la manipulación y la desinformación, con que las empresas televisivas, manejan el curso de este país, la economía, la política, la opinión pública, y a los ciudadanos.

La situación en cuestión se presentó cuando se dio a conocer la noticia del mitin que López Obrador ofreció en el Zócalo de la Ciudad de México, en el que se pronunciaba a favor de ciertos candidatos en determinados estados. La cámara, ¡Oh sorpresa!, se paseó del líder del movimiento, a la ingente masa de gente que abarrotaba la plaza. ¡Algo parecía estar cambiando! Sin embargo resultó ser un error: las imágenes se cortaron casi de inmediato, y se alegaron problemas de video. Como era de esperar, la transmisión jamás se reanudó.

Lo contrario hubiese sido realmente asombroso, pues los grandes consorcios televisivos han evitado cualquier noticia relacionada con López Obrador y el Frente Amplio Progresista, tratando de relegar el movimiento al olvido, y enterrarlo en una tumba sin nombre. Las imágenes, sin embargo, son elocuentes en sí mismas: ni el movimiento está muerto, ni la gente lo ha olvidado, a pesar de tan arduos intentos de los des-comunicadores. Quizás haya ayudado también esta crisis artificial, y tanta promesa incumplida. Que México siempre pone más dinero que nadie, y provee de mano de obra casi esclava, gracias a las gestiones económicas de enriquecimiento del gran capitalista, a base de privatizar cada rubro funcional del país, unido a la dependencia de Estados Unidos, que antes de aligerar, siguen abultando.

La transmisión, retirada a los pocos segundos, valiosísimos por otro lado, deja constancia más que ilustrativa, de la falsedad y la manipulación de que somos objeto. Debemos guiarnos sólo por el callejón que ellos decidan, y conducirnos por las vías por ellos construidas, en un sistema manipulador, cegador, con el que pretenden impedirnos tomar decisiones que podrían incidir en la pérdida de beneficios para ellos, hasta su propia caída, pues la información es un vehículo indispensable para contar con argumentos precisos con los que formarnos un criterio, manejar nuestra propia vida, tomar nuestras propias decisiones, combatir las trampas y la corrupción con críticas constructivas e inteligentes, y encontrar soluciones sociales que equiparen la situación, además de impedir las injusticia, por otro lado tan manifiesta en la sociedad mexicana, donde siempre pierden los mismos.

No es coincidencia que la educación en este país esté pasando por el peor momento de su historia. Una sociedad masificada, desorganizada y mal educada, es más fácil de convencer y manejar, que aquella que cuenta con argumentos viables para no obedecer ni seguir ciegamente a la masa, a través de un nivel educativo aceptable que le permite informarse adecuadamente.

Es una gran desgracia que este país siga manipulado, saqueado y abusado por empresarios sin moral y políticos traidores. Que se sigan insuflando aires de derrota. (Los absurdos anuncios de Televisa sobre las ganas que debemos echarle al trabajo-cuando lo hay- para no caer en la desesperación por la crisis, son arteramente ridículos, y una burla para quién se levanta antes del amanecer a "partirse el lomo" sin saber si llegará con algo que darle de comer a los hijos, siquiera con vida. La sonrisa actuada de una Lucerito, ya demasiado mayor para estas ridiculeces, sinónimo por otra parte de que el caos total aún está por llegar –quizás sea un aviso a quienes lo entiendan: sálvese quién pueda- anunciando las "maravillas" que el figurín priísta Peña Nieto ha hecho por su estado, para validarse como sucesor de Calderón, no dejan lugar a dudas que las aguas más turbias están justamente pasando por el Estado de México).

Este país no está preparado para crisis de esta magnitud: no existen instituciones que palien las muchas necesidades de los desempleados, jubilados, los salarios son raquíticos, las condiciones laborales casi esclavistas, la sanidad gratuita prácticamente no existe, mientras que algunos de los hombres más ricos del mundo se hacen en esta país, con recursos y mano de obra de este país. La incertidumbre por el futuro fomenta el egoísmo, pues se acapara ante hoy por si mañana no queda, pisoteando a quién sea.

Bajo este panorama, los individuos –No son periodistas, el periodismo es un oficio decente y loable- cuya labor es desinformar a la población, acabar con cualquier resquicio de crítica, validar a políticos protectores de pederastas, evadir las noticias de los grupos opositores al poder, y por ende, colaborar en la pobreza educativa de los ciudadanos –para manejarlos con facilidad, que no deja de ser una treta prevista- es el más infame de los oficios. laurafdez27@hotmail.com